mucho más que un icono – Homo novus
¿Quién fue Leonard Cohen? O, mejor dicho; ¿qué fue Leonard Cohen? ¿Poeta, novelista o cantautor? Todos. ¿Judío o budista? Ambos. ¿Bohemio o popular? La respuesta está clara. Tan clara como la dificultad de clasificar a Cohen bajo una sola etiqueta. Cohen demostró que la poesía y la literatura podían triunfar en la música popular. Aunque no fue siempre así, ya que el propio Leonard no pensaba que esto fuese posible. Dejó Canadá para hacerse poeta y escritor en Londres y, después de tres meses escribiendo en la pensión del East End, abandonó también esta ciudad. Sin pensárselo dos veces tomó la decisión de volver a cambiar su vida. Cambió las lluvias constantes de Londres por un clima mediterráneo y una isla sin electricidad.
Y así pasó una época de su vida apartado en Hydra, una isla perdida en Grecia; viviendo con lo justo gracias a la herencia de su abuela. Después de haber escrito muchos poemas, decidió pasar su tiempo escribiendo en aquella isla, sin más relación con la música que una guitarra. Sin más público que un grupo de artistas bohemios, que vivían como dictaban en sus obras.
La isla era un foco de inspiración. El lugar donde las tres facetas de Cohen se fundieron hasta llegar a ser una. De ella fueron frutos el libro de poemas Flowers For Hitler (1964) y las novelas The favourite game (1963) y Beautiful losers (1966). Testigo de su primer concierto en una tienda local, donde conoció a Marianne, el gran amor de su vida, la que más tarde inspiraría su canción So long, Marianne (1967). De Hydra también fueron frutos otras muchas canciones, como Bird on the wire (1969), escrita cuando instalaron los primeros postes de electricidad, signo de la creciente popularidad de la isla, que en un principio no tenía electricidad regular. Parte del verso de la canción se basa en él y sus amigos, y las veces en las que subían las escaleras cantando borrachos hacia su casa.
Fue en la isla donde, al escuchar por casualidad las letras de Bob Dylan en la radio, comprendió que las letras de las canciones en la música popular podían ser algo más que estribillos pegadizos. Y, en los diez años que estuvo allí, pasó de ser un poeta con ganas de aislarse del mundo a un artista con ganas de conquistarlo. En aquel sitio perdido, con ganas de perderse, acabó encontrándose.
Pero no todo lo que fue Leonard es obra de esa isla. Con solo 15 años se encontró con un poemario de Federico García Lorca entre los estantes de una librería de segunda mano y, así, comenzó el vínculo que uniría a Leonard Cohen con España para siempre. Cohen encontró su voz a través de Lorca, no copiando su estilo, como había hecho con otros poetas, sino escuchando al poeta como si este le hablase y le diese permiso para hallar en él su voz. Tal es su agradecimiento y admiración, que puso el nombre del poeta granadino a su hija. Su faceta como poeta y como cantautor se debe, en parte, a Lorca. Ello quedó reflejado en el homenaje que realizó a la obra de García Lorca, convirtiendo sus versos del poema Pequeño vals vienés en la canción Take this waltz (1988).
En cuanto a la música, esta llegó tarde en la vida de Leonard, quien nunca pensó que fuese capaz de tocar bien una guitarra. Fue un día paseando en Montreal cuando los acordes de guitarra de un español le hicieron pararse. Y allí, en medio de la plaza, señaló su casa y le pidió clases de guitarra a un desconocido. Semana tras semana se veían hasta que, un día, el misterioso español no acudió a su cita. Leonard preguntó en su hostal y ahí le informaron de que se había suicidado. Y Cohen no supo más de ese hombre, pero le marcó, como un mesías, como un maestro. El joven español le enseñó los seis acordes que le han acompañado siempre en sus canciones, como su sombrero, su elegancia y, cómo no, su guitarra Conde. Leonard tenía una conexión especial con esta guitarra, hecha en España. Esta le ha acompañado durante más de 40 años de legado. Otro elemento más por el que es Leonard Cohen. Otro elemento más que le ata a las raíces de España.
Leonard Cohen es mucho más que un poeta. Que un novelista. Que un cantautor. Una isla y un país, por mucho que él les esté agradecido, no le hicieron ser quien fue. No. Como nosotros, Cohen es fruto de todas las decisiones que le llevaron por un camino apasionante. Un camino que, tras cinco años meditando en un monasterio budista, acabó en la música. Con casi 1000 palabras no se puede plasmar todo lo que fue, pero sí puedo afirmar que no fue solo un icono.
Bibliografía
Simmons, S. (2012). I’m Your Man: the Life of Leonard Cohen. London: vintage books.
Cohen, L. (2011) “Premios Príncipe de Asturias – Discurso de Leonard Cohen”, en rtve.es. Recuperado de rtve.

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