La fotografía en el cine, Billy Bitzer – Homo novus

La fotografía es un medio, una herramienta. Una manera de comunicar con diferentes aplicaciones. Sin embargo, desde su nacimiento no se plantea como un arte. Fue durante su desarrollo cuando fue adquiriendo nuevos matices, fueron surgiendo nuevos caminos para explorar.

Una de estas rutas se acerca al cine.Varias artes convergen en el nuevo salto de la cultura: el arte pictórico, el teatro, la literatura y por supuesto la fotografía. Con la cinematografía se emplean recursos de estas artes y se diluyen de manera indiscriminada dentro de las primeras películas. Sin embargo, se disolverían hasta evolucionar hacia un nuevo lenguaje visual, cada una a su manera.

Desde un comienzo el cine se plantea como una ventana para ver el mundo, el mirador está quieto y nos muestra lo que ve desde su perspectiva. Una cámara sobre un trípode grabando en horizontal, todavía no se había planteado la posibilidad de poder contar historias (hablamos de los Lumière). Además, se grababa a mediodía, la hora de más luz, en la cual, la fotosensibilidad de los negativos ofrece la posibilidad de recibir información. Pasaría una década antes de ver en este medio una nueva vía para contar historias con características propias. La posibilidad de grabar en movimiento era simplemente impensable. Apenas se habían perfeccionado las técnicas de iluminación para realizar retratos, como para aplicar estos conceptos a personas y objetos en movimientos. Los avances técnicos suponían la barrera perfecta para limitar lo que se podía hacer.

Por esta razón, es interesante investigar a los más influyentes directores de fotografía de la historia. Estos profesionales han elevado poco a poco esa barrera que imponían los avances, creando historias con las que solo éramos capaces de soñar. Progresivamente, la técnica y la narrativa se han mezclado para caminar en la misma dirección, han creado un lenguaje visual que ha cambiado la manera de ver y de pensar. Y como en cualquier historia, hay que comenzar por el primero de ellos, Billy Bitzer.

Billy Bitzer, aficionado al cinematógrafo fue pionero en filmar un evento bélico, aunque fue más conocido por su trabajo junto a D.W. Griffith, uno de los más famosos directores de la primera etapa del cine. Juntos trabajaron más de una década produciendo decenas de películas. Prosiguieron con la narrativa que se había adoptado en la escuela de Brighton a comienzos del siglo XX.La continuidad dentro de la obra era similar al teatro, se representan escenas claramente separadas en las que se cambia el escenario, el lenguaje visual estaba perfectamente comprendido por los espectadores y así se debía hacer, ya que, si no los espectadores perdían la noción del espacio y del tiempo, esas eran las reglas no escritas. Ese era el campo de juego.

Sin embargo, ahí estaban Griffith y Bitzer para saltarse las normas: el montaje adoptó ritmo; se aplicaron cortes para mostrar rasgos, interpretaciones o detalles determinados; se comenzaron a trabajar las transiciones; comenzaron a realizar montajes en paralelo y ,sobre todo el cine terminó por distanciarse del teatro al dilatar o comprimir el tiempo y el espacio. Se comenzó a buscar un lenguaje y el trabajo de este dúo fue fundamental para su desarrollo.La visión de Griffith se combinaba con el trabajo de Bitzer, llevando la historia y la fotografía en la misma dirección. Es innegable el gran salto de calidad que ofrecen sus dos obras maestras: El Nacimiento de una Nación e Intolerancia.

Bitzer fue pionero en gran cantidad de avances: sintetizó los movimientos de cámara y la iluminación en el rodaje. Realizó por primera vez la simulación de iluminación natural, realizaba iluminaciones contrastadas. Empleo el uso de contraluces y luces naturales. Conseguía focalizar la atención mediante el uso de la luz dentro de cada plano.

Parecen progresos simples, sin embargo, es necesario romper con las reglas y ver más allá para alcanzar nuevas metas. En cuanto a la fotografía, el material con el que se grababa no era de calidad: no había precisión en la medición de la luz o en la calidad de lo que se rodaba. De esta manera, se dependía de la maestría del que manejaba la cámara. Bitzer manejaba una cámara Pathé de manivela que debía moverse a un compás de ¾, no es coincidencia, ya que esas cámaras debían mantener una cadencia constante para que las imágenes quedasen correctamente grabadas.

Desde el aspecto de la iluminación encontramos los mayores desarrollos. Hasta entonces siempre se rodaba con luz natural, los decorados estaban abiertos por el techo, ya que no se conocía ninguna fuente de luz tan potente como el sol.No se veía ninguna posibilidad detrás de la iluminación para contar historias, por lo que se emplea una luz que lo ilumina todo por igual, sin destacar nada. Bitzer fue el pionero en crear una iluminación planteada previamente. Por esta razón se puede considerar el primer director de fotografía, ya que detrás de cada escena hay un planteamiento desde lo que se quiere mostrar y de lo que no, además de emplear colores para conseguir ciertas interpretaciones. Siguiendo las palabras de George Orwell sobre Griffith:

En honor a la verdad, se demostró años más tarde, que los cineastas europeos ya habían descubiertos estos hallazgos, pero sin este dúo no habrían sido normalizados en la creación cinematográfica.

Imagen de portada: Fotograma de Intolerance, recuperada de este enlace.

La fotografía en el cine, Billy Bitzer – Homo novus

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