Bradley cooper pelicula donde es chef

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Sabemos que la nueva película de Bradley Cooper, Burnt, ofrecerá comida digna de una estrella Michelin, "orgasmos culinarios" y un montón de drama. Pero lo que realmente queremos saber es: ¿qué ocurre entre bastidores en esa cocina? Cooper interpreta a Adam Jones, un problemático chef que tiene la misión de conseguir su tercera estrella Michelin. Aunque el actor, de 40 años, tiene conocimientos culinarios, necesitó mucha ayuda para conseguir el nivel de experiencia de Jones.

Mi equipo escribió todas las recetas y los menús y se aseguró de que representaran la forma en que un chef y una cocina habrían trabajado realmente. Desarrollamos los diseños de los menús, una base de datos de recetas, un diseño de cocina, un diseño de restaurante y el estilo de servicio. Me sentí como si estuviera abriendo un restaurante.

El papel de Bradley es efectivamente el de jefe de cocina. Así que mi trabajo con él no era sólo enseñarle a cocinar. De hecho, no era enseñarle a cocinar en absoluto porque ese chef es alguien que ha estado allí y lo ha hecho. Mi idea era asegurarme de que se moviera como un chef y tuviera el aspecto de un chef y dirigiera la cocina como un chef. Luego, con el tiempo, llegaríamos a la comida que le daría la cocina detrás de él para poner en un plato y vestir el plato.

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¿Alguno de los dos llegó a la película con experiencia previa en la cocina? Tenía la sensación de que Bradley sabía moverse por la cocina. Sienna llegó a mi cocina y se lanzó a formarse como cocinera. Y se convirtió en una, porque sus [escenas] en la película son casi todas en los fogones. Lo asumió todo, desde la forma de sujetar la cuchara hasta la manera de inclinarse sobre los fogones. La forma de sazonar, la forma de hilvanar... todas estas cosas las aprendió en mi cocina. Y lo hizo una y otra vez, así que lo único que hice en el plató fue ajustar su forma de moverse.Cortesía de The Weinstein CompanySienna Miller interpreta a la cocinera de Cooper en la película. Foto: Cortesía de The Weinstein Company

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¿Recuerdas el año 2015? La NASA confirmó que había agua en Marte. "Hotline Bling" era groseramente ineludible. Taylor Swift recibió a todas las mujeres en el escenario. Pasaron algunas cosas deprimentes que no voy a enumerar aquí porque a estas alturas ya lo entiendes. 2015 fue un año, como otros, en el que ocurrieron muchas cosas. Pero no hubo un acontecimiento más importante en 2015 que el estreno en cines de la película del chef furioso de Bradley Cooper, Burnt.

Sé lo que estás pensando -jaja, tienes que estar bromeando, vaya [risas incómodas] no puede ser, hombre, no es la misma película que este mismo sitio web llamó una vez "la peor película de comida jamás hecha"- pero estarías pensando mal. He visto la película Burnt al menos seis veces, más si cuento las veces que he querido verla y me han cerrado el paso las personas de mi entorno. ¿Por qué me haría esto a mí mismo? Llamémoslo catarsis.

Voy a asumir que has visto Burnt, ya que hizo 36 6 millones de dólares en taquilla en todo el mundo, así que alguien tiene que haberla visto además de mí, pero en caso de que no lo hayas hecho, aquí tienes una breve sinopsis: Bradley Cooper interpreta a Adam Jones, un chef venido a menos que busca una tercera estrella Michelin, que planea conseguir conduciendo una motocicleta RÁPIDAMENTE con una chaqueta de cuero y gafas de sol de aviador, pelando un millón de ostras como penitencia por todos los errores que ha cometido, y manipulando descaradamente a una madre soltera para que trabaje a sus órdenes en un entorno de restaurante tóxico que él mismo perpetúa. Se tiran platos, se consumen sustancias, se abusa de los miembros vulnerables del personal del restaurante. Y el mundo sigue girando.

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Bienvenidos de nuevo al viernes por la tarde. Aunque este boletín suele ser un lugar donde encontrar recomendaciones de programas para ver durante el fin de semana, la edición de esta semana es un poco diferente. Como ya hice el verano pasado, decidí aprovechar una semana tranquila en el país de la televisión para ver una película de comida importante que nunca había visto. No me imaginaba que la película en cuestión se convertiría en una fuerte candidata a la peor película gastronómica de todos los tiempos. Sin embargo, a pesar de lo mala que es esta película, creo que es fascinante de ver, y un importante documento sobre cómo se ha retratado a los chefs en la pantalla durante demasiado tiempo. Aquí, sin más preámbulos, hay algunos pensamientos sobre el colosal pavo cinematográfico conocido como Burnt.

Reconozco que la comida tiene buena pinta en Burnt, pero eso es lo único que parece tener alguna relación con la realidad. Aquí, sin ningún orden en particular, están algunos de los momentos más desconcertantes de la película de 2015:

Contando las ostras: Cuando comienza la historia, el chef chico malo Adam Jones (Cooper) está haciendo penitencia por sus pecados culinarios pelando ostras en Nueva Orleans, lejos de la mirada de los inspectores de la Michelin, de sus amantes despechadas y de los traficantes de drogas que siguen intentando cobrar el dinero de sus años de yonqui en París. Una vez que se ha sacado su millonésima ostra -un detalle que anota en un pequeño libro, para demostrar que lleva años contando cada molusco-, Adam sale del restaurante para iniciar su regreso a la escena gastronómica europea. La siguiente toma es la de nuestro héroe (?) cruzando a toda velocidad el puente Huey P. Long -¡una estructura sin pasarela peatonal! - en dirección contraria al aeropuerto internacional de Nueva Orleans.