2001, la gran pantalla y el pequeño cinéfilo – Homo novus
Una de las películas más aclamadas de la historia del cine es 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), canon del séptimo arte. Una obra de inmensa influencia en el género de ciencia ficción, el cual reinventó; una cinta onírica y poética con múltiples interpretaciones, una fuente inagotable de escenas inolvidables. No pretendo aumentar el amplio corpus sobre este filme, porque no creo poder aportar nada que no se haya dicho ya. Muchos autores con mayor experiencia en el género, mayor conocimiento de la filmografía de Kubrick y más atentos al detalle ya han escrito ríos de tinta sobre ella. Este artículo, sin embargo, es sobre la experiencia de ver esta cinta en la gran pantalla y las reflexiones que esto me suscitó.
Tuve la oportunidad de disfrutar de este clásico en el Cine Doré, en Semana Santa. La oportunidad y la suerte, ya que las entradas volaron a los pocos minutos de comenzar la venta (pero eso es tema para otra reflexión sobre el estado de este cine en particular). Me acompañaban una amiga y un amigo que no habían visto la película. Nuestros asientos estaban en el anfiteatro y, al menos en esa zona, alrededor del 80% de los espectadores (o incluso más) eran veinteañeros, un hecho que me resultó impactante y esperanzador.
Los jóvenes fuimos el grupo que menos visitó las salas de cine en 2020, suponiendo el grupo de 20 a 24 años un pobre 6,3% (Orús, 2021). Además, oyendo a gente de mi edad, me atrevo a concluir que cuando vamos suele ser para ver los grandes taquillazos hollywoodienses. No tengo nada en contra de ellos, de hecho, yo también los veo, pero son productos muy distintos a la enigmática cinta de Kubrick. Sin embargo, el otro día en la sala de la Filmoteca Española, este grupo de edad éramos mayoría. Y aplastante.
Este fenómeno es el que en el título nombré “pequeños cinéfilos”, y me ilusionó mucho más que cualquier imagen en pantalla (hablaré de ello más adelante). Y es que una película con más de 50 años de antigüedad, una hipnótica obra de ciencia ficción con una compleja y densa carga filosófica, no es el típico plan de sábado por la tarde para unos veinteañeros, ni siquiera con el toque de queda. Habiendo asistido a varios cines del centro de la ciudad, especializados en películas independientes e internacionales, he comprobado que el perfil demográfico que suele llenar esas salas es de mayor edad, ya que este tipo de películas tienen un perfil más cultural que de ocio. Lo mismo ocurre con 2001, pero en este caso el público joven sí respondió, ¡y de qué manera!
¿Por qué presto tanta atención a esto? Por el futuro de las salas de cine. Este tiempo de pandemia (ya más de un año) ha disparado una tendencia preocupante: la desaparición de las salas de cine. En Madrid, en los últimos 50 años “ha caído del pico de 161 cines en 1969 a los 31 actuales, la cifra más baja, alcanzada en 2015” (Cano, 2019). Ahora, con el Covid, la situación es aún peor. La supervivencia de las salas de cine está más en entredicho que nunca. Por eso, ver tal cantidad de jóvenes fue una rayo de esperanza, ya que si gente de nuestra edad acude a estas sesiones cinéfilas, el futuro de las salas que las proyectan es más esperanzador. Si la “generación Netflix” invierte su tiempo (y dinero) en salir de casa para ver a unos monos agitar un hueso al ritmo de “Also Sprach Zarathustra”, podemos augurar que las películas y salas menos comerciales aún tienen cabida en los nuevos tiempos, lo cual es digno de celebración.
Una vez zanjado este tema, pasemos a la segunda reflexión que me provocó este visionado: la diferencia que supone la gran pantalla. El cineasta mexicano Guillermo del Toro, entre otros, habla del peso que tiene la imagen en el cine, y sobre cómo ver algunas películas en pantalla grande – Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958) y la propia 2001 – cambió totalmente su percepción de esos filmes, llegando a afirmar que en sus visionados anteriores realmente no había visto la película (Del Toro en Festival de Málaga, 2020).
Yo pude experimentar algo similar. Ver esta cinta en una sala de cine, con su correspondiente dispositivo técnico (pantalla y altavoces), es una experiencia. No hay otro término mejor para definirlo. Las imágenes tienen más peso, la música se torna más grandiosa y los silencios son más punzantes. La inteligencia artificial “HAL» (nombrada así por ser las letras anteriores a las siglas de IBM, famosa compañía de la época) es mucho más amenazante cuando su archiconocida luz roja ocupa varios metros cuadrados y su voz metálica, al rebelarse contra Dave, retumba a todo volumen.
Ese aumento de escala, esa espectacularidad cautivadora, ocurre durante toda la película, con diversos momentos como el match cut (corte entre dos planos que mantienen una similaridad visual) del hueso a la estación espacial, las diversas apariciones del monolito o la desconexión de la propia HAL. Viéndolo en un cine, queda claro por qué esas secuencias se han convertido en piezas icónicas del séptimo arte, demostrando el poder que tiene este arte como “fuente de imágenes inolvidables” (Festival de Málaga, 2020).
Chaplin jugando con el globo del mundo en El gran dictador (Charles Chaplin, 1940), Stallone subiendo las escaleras al son de ‘Gonna Fly Now’ en Rocky (John G. Avildsen, 1976), Marlon Brando acariciando el gato en El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972), Winslet y DiCaprio abrazados en la proa en Titanic (James Cameron, 1997), la bicicleta volando en E.T. (Steven Spielberg, 1982), Janet Leigh y la famosa escena de la ducha de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) – a la cual se le dedicó un documental entero: 78/52 (Alexandre O. Philippe, 2017), y muchas más que no puedo incluir (espero que me perdonéis si no he incluido vuestras favoritas). Secuencias que todo el mundo conoce aunque no haya visto la película correspondiente, o ni siquiera sepa cuál es la trama. Ese es el peso de la gran pantalla, esa es la fuerza del cine.
Referencias
Cano, L. (10 de abril de 2019). Aquí antes había un cine: salas cerradas en Madrid. ABC.
Dunham, B. (10 de agosto de 2020). Match Cuts & Creative Transitions with Examples – Editing Techniques. Studiobinder.
Durbán, S. (26 de junio de 2018). Hal 9000 y su bicicleta para dos. Historia de una canción. Academia Play.
Festival de Málaga. (31 de marzo de 2020). GRAN RESERVA – FESTIVAL DE MÁLAGA: MASTER CLASS GUILLERMO DEL TORO, 21 EDICIÓN (2018) [Video]. YouTube.
Into Film. (s.f.). Resource – Exhibition – Cinema landscape. Into Film.
Merino, M. (2 de marzo de 2019). Inteligencia artificial en ‘2001: Una odisea del espacio’, cuando el padre de la ‘Singularidad’ creó el primer computador asesino Xataka.
Orús, A. (11 de febrero de 2021). Distribución porcentual de los individuos que fueron al cine en España en 2020, por grupo de edad. Statista.
Rivera, A. (22 de julio de 2019). La agridulce historia del cine Doré. El País.
Filmografía
Avildsen, J. G. (Director). (1976). Rocky. [Película]. Chartoff-Winkler Productions.
Cameron, J. (Director). (1997). Titanic. [Película]. Twentieth Century Fox.
Chaplin, C. (Director). (1940). The Great Dictator. [Película]. Charles Chaplin Film Corporation.
Coppola, F. F. (Director). (1976). The Godfather. [Película]. Paramount Pictures.
Hitchcock, A. (Director). (1958). Vertigo. [Película]. Alfred J. Hitchcock Productions.
Hitchcock, A. (Director). (1960). Psycho. [Película]. Shamley Productions.
Kubrick, S. (Director). (1968). 2001: A Space Odyssey. [Película]. Metro-Goldwyn-Mayer.
Philippe, A. O. (Director). (2017). 78/52. [Película]. Exhibit A Pictures.
Spielberg, S. (Director). (1982). E.T. the Extra-Terrestrial. [Película]. Universal Pictures.

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